Consolidado como uno de los destinos de referencia de nuestra provincia, el Valle de Tena posee un patrimonio natural admirable. A la oferta de nieve en meses de invierno, se suman innumerables actividades para disfrutar del Alto Gállego.
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Desde Casa Pérez (Yebra de Basa), patrocinador del equipo, nos encaminamos hacia la capital de comarca, Sabiñánigo, para sumergirnos en la ruta de las Ermitas del Serrablo. La subida a Latas, presente en la última edición de La Vuelta (2020), prueba la orografía que nos vamos encontrando por el camino: subidas cortas pero con porcentajes marcados y panorámicas de un valle que iremos remontando poco a poco.
Atravesamos Lárrede, Orós Alto y Orós Bajo antes de llegar a Biescas por una carretera la que nos topamos con varias de estas ermitas sin desviarnos de la ruta. Desde Biescas, punto cicloturista de referencia, podremos encarar la principal subida del valle, el Portalet (27 kilómetros al 3,5%), aunque la localidad es el punto de partida de otros tres puertos más, Sobrepuerto, Espierre/Barbenuta y Cotefablo, conector con el valle del Ara y uno de los dos puertos de la Marcha Cicloturista Treparriscos.
Superados los kilómetros 4 y 5 donde se concentra la parte más dura de la vertiente española del Portalet,podremos rodear el primero de los embalses, el de Búbal, o bien para continuar con nuestra escalada hacia la frontera o para hacerlo a alguna de las otras subidas que el Valle dispone. Piedrafita y el Parque Faunístico Lacuniacha o el Balneario de Panticosa son dos enclaves ideales para alargar la salida sin desviarnos demasiado. Nosotros optamos por subir hacia Tramacastilla y Sandiniés, para después volver a la vía principal en Escarrilla. Para evitar el túnel, tomamos una vía a la derecha bien asfaltada y en pocos kilómetros llegamos al embalse de Lanuza, bautizado a partir de la localidad que, contra viento y marea, consiguió resurgir tras su inundación para la creación del mismo.
La carretera comenzará a empinarse de nuevo tras el paso por Sallent de Gállego, conduciéndonos al pueblo de Formigal para más tarde superar los aparcamiento de la estación. Tan solo 6 kilómetros nos separan hasta la cima y una última oportunidad de desviarnos y sumar desnivel. La entrada a Sarrios (3,8 km al 6,5%), perteneciente a la estación de esquí, ha sido final de La Vuelta hasta en tres ocasiones, con especial protagonismo en 2016.
Retomando la carretera nacional, pronto vemos asomarse al Midi d’Osseau, señal de que Francia nos espera en pocos kilómetros. El piso, castigado por las inclemencias invernales, y el viento dificultan una ascensión que va ofreciéndonos múltiples descansos hasta llegar al ‘AECT Espacio Portalet’, punto de paso de la Quebrantahuesos.